Karate-Dô una escuela de vida

El Karate-Dô es un arte marcial que nació en Japón hace más de un siglo, cuyo objetivo fundamental no es vencer a un adversario, sino vencerse a sí mismo. En palabras de su fundador, Gichin Funakoshi, el verdadero objetivo del karate es la formación del carácter. Se trata de una disciplina saludable, síntesis de deporte, crecimiento personal y ética, un complemento ideal para el desarrollo integral del individuo, que ayuda a conocer y aflorar lo mejor de nosotros mismos. Aunque nunca es tarde para comenzar, la infancia y adolescencia son los mejores momentos para iniciar esta práctica, dado que es cuando construimos los cimientos de nuestra personalidad y cuando es más necesario elegir bien los valores que puedan hacer de nosotros seres humanos completos y realizados.

El cultivo del poder interior...

El Karate-Dô es ante todo vivencial, una experiencia, una inmersión con todo el cuerpo, la energía, las emociones y la mente, que nos ayuda a conocernos a nosotros mismos, a descubrirnos, a sentirnos, a comprendernos, a superarnos. Además de pasarlo bien a través de ejercicios, retos, juegos y dinámicas, se cultiva un cuerpo sano, una mente serena y concentrada, una psique y un carácter equilibrados. El Karate-Dô es una excelente Escuela de Vida. La disciplina, el autodominio, el respeto, el valor, la solidaridad, el anhelo de superación, la concentración, la actitud positiva y tantos otros hábitos saludables que se aprenden y entrenan durante la práctica, son después totalmente extrapolables a la vida cotidiana. Este es su verdadero sentido.

Beneficios del Karate-Dô:

  • Autodefensa (Goshin). El karate ofrece un conjunto de conocimientos, técnicas, habilidades y actitudes que permiten actuar, saber qué hacer, evaluar y prever ante circunstancias de agresión, conflicto o amenaza.
  • Beneficios físicos. El Karate-Dô ayuda a conseguir y mantener una buena salud y forma física. Mejora la circulación de la sangre, ayudando al fortalecimiento del corazón; tonifica los músculos (se gana y define el músculo, se pierde grasa y tonifica todo el cuerpo); aumenta las cualidades físicas de: equilibrio, fuerza, elasticidad, destreza, rapidez, etc.; ayuda a tonificar el sistema nervioso mejorando los reflejos, coordinación, psicomotricidad, memoria, etc.
  • Beneficios emocionales: ayuda a liberar el estrés, la ira, etc. y a mejorar la autoestima, la confianza, la seguridad en uno mismo y la valentía; ayuda a una mejor gestión emocional, al dominio de la agresividad, la tolerancia a la frustración, la aceptación, la resiliencia, etc.
  • Beneficios mentales: ayuda a desarrollar la atención, la concentración, la serenidad, la autoconciencia, la positividad, la ecuanimidad, etc.
  • Formación en valores: el Karate-Dô es una importante herramienta para la formación del carácter: cortesía, respeto, solidaridad, esfuerzo, disciplina, valor, autocontrol, amistad, bondad, humildad, autodominio, rectitud, etc.

Contenidos del Karate-Dô:

              1.- Dôjô-Kun (preceptos del Dôjo)

Para Funakoshi Gichin (fundador del Karate-DÔ) el objetivo final del Karate-Dô era Jinkaku kansei ni tsutomuru koto, “busca la perfección del carácter”. El Maestro Funakoshi enseñó el Dôjô kun, conjunto de reglas de conducta que servía tanto en el Dôjô, como también una guía para la vida cotidiana. Lo que aprendemos en el Dôjô, sirve para aplicarlo con coherencia en todas las esferas de la vida. El Dôjô kun pretende proporcionar una inspiración, un modelo ético de conducta para sacar a la luz los universales valores esenciales del ser humano: cortesía, orden, disciplina, solidaridad, puntualidad, constancia, honradez, ecuanimidad, valor, compasión, lealtad, esfuerzo, etc.

              2.- Kihon

Se trata del conocimiento, práctica y combinación de las posiciones (Dachi), desplazamientos (Ashi) y técnicas básicas (Waza: Tsuki o puños, Uke o defensas y Geri o patadas) propias del Karate-Dô. Se utilizan las técnicas y posturas coordinadas con la respiración a modo de ejercicio, para refinarlas y mejorar la velocidad, la fuerza y potencia. En la práctica de Kihon se aprenden las habilidades básicas para el crecimiento paulatino en el arte.

              3.- Kata y Bunkai.

Los katas son una serie preestablecida de desplazamientos, bloqueos y golpes contra unos enemigos imaginarios, con un creciente grado de dificultad. Los katas generalmente incluyen combinaciones de golpes de manos y pies, bloqueos, desvíos, desplazamientos, giros, saltos, movimientos tácticos, manejo de la respiración y manejo de los ritmos de defensa y ataque, que son realizados buscando una ejecución perfecta. En el kata se desarrolla Ki (energía interna), Kime (aplicación de la energía, fuerza y potencia en una técnica) y Kiai (grito que se realiza en la exhalación en determinadas técnicas, y que ayuda a canalizar una mayor energía).

El Bunkai de un kata es la aplicación práctica del mismo con uno o varios compañeros, buscando que, tanto e que ataca como el que defiende, lo hagan con el mayor realismo y contundencia.

Katas básicos: Heian Shodan, Heian Nidan, Heian Sandan, Heian Yondan  y Heian Godan.

Katas superiores: Tekki Shodan, Bassai Dai, Kanku Dai, Enpi, Jion, Jitte, Hangetsu, Tekki Nidan, Bassai Shō, Kankū Shō, Gankaku, Sōchin, Tekki Sandan, Chinte, Jiin, Nijūshiho, Meikyō, Unsu, Wankan, Gojūshiho Dai, Gojūshiho Shō

4.- Kumite.

Existen varias modalidades de Kumite o combate, en donde se practica todo lo aprendido en Kihon y Kata, ahora con un adversario real:

  • Combates con ataques y defensas preestablecidos:

– Ippon Kumite. Combate a un paso.

– Sanbon Kumite. Combate a tres pasos.

– Gohon Kumite. Combate a cinco pasos.

  • Jiyu Kumite. Combate libre. En este tipo de combate, el karateca pone en práctica todo los aprendido: distancias, técnicas, actitud, anticipación, ataques, defensas, desplazamientos, kime, etc.
  • Shiai Kumite. Combate de competición. Es un tipo de combate regido por un reglamento y por puntos, donde un arbitro dirige el inicio, desarrollo y fin del combate.

5.- Goshin

Goshin es la defensa personal. Son un conjunto de técnicas y tácticas para defensa contra ataques de todo tipo: puñetazos, patadas, presas, armas, estrangulamientos, etc.

Es de especial consideración la defensa personal femenina, que aporta confianza en sí misma ante una eventual situación de peligro en la calle.

6.- Meditación (Mokuso)

Las clases comienzan y acaban con Mokuso, el silencio. Mokuso es un término japonés que podríamos traducir de forma muy inspiradora como “mirar en silencio hacia el corazón”. Al comienzo es necesario para parar el mundo agitado del que venimos (clases, exámenes, trabajo, familia, estrés, organización, problemas). Gracias a la postura (Seiza), al silencio, la quietud y a la respiración, se busca acallar la mente de su incesante actividad. Parar la mente de agenda, la mente que no cesa de comentar la jugada, de juzgar a los demás y a sí mismo, de interpretar. Utilizando como soporte de la atención en la respiración, se va vaciando la mente de la angustia de lo que ocurrió y del temor o del deseo de lo que ocurrirá. La práctica de Mokuso pretende ayudar a la liberar del pasado y del futuro, para poder enfocar el eterno instante del aquí y ahora.

7.- Arte marcial filosófico.

Es importante conocer el origen del Karate-Dô: el monasterio de Shaolín con sus monjes guerreros, el Taoísmo, el Budismo Zen, el Bushido. El Karate-Dô recoge los conocimientos esenciales de estas corrientes filosóficas de oriente para proporcionarnos herramientas de autoconocimiento.

Así mismo es esencial el conocimiento y cultivo de Ki o energía interior. Los ejercicios de Karate-Dô son el soporte físico de la canalización de esta energía, que recogemos y almacenamos en el Hara (punto ubicado en el bajo vientre, unos centímetros por debajo del ombligo). El Ki recorre todo nuestro cuerpo, equilibrando nuestro sistema nervioso, aumenta nuestra salud, el sistema inmunológico, la potencia física y la vitalidad.

8.- Grados:

              La Federación Española de Karate establece una serie de grados que se reflejan en los cintos de colores: amarillo, naranja, verde, azul, marrón y negro. Cada grado requiere de un tiempo mínimo de práctica y de unos contenidos que serán demostrados en el examen de grado, que de superarse, se consigue el correspondiente cinto-color. El profesor puede examinar y otorgar hasta cinto marrón, ya que el cinto negro es competencia de un tribunal de grados que convoca exámenes en Mallorca una vez al año.

Se recomienda estar federado (pago único anual de unos 55€) a efector de oficializar los grados que se van consiguiendo y para el seguro deportivo.

8.- Competiciones.

Existen diferentes tipos de competiciones tanto de Kumite (combate) como de Kata, individuales y por equipos. Tanto la Federación de Karate (Nacional y Balear) como el Consell de Mallorca, organizan anualmente un calendario de competiciones en el que los que están interesados pueden participar, siempre que estén federados.

Podemos organizar un equipo de competición para aquellos que estén interesados.